Un proyecto está trabajando nanoburbujas incorporadas al suelo de plantaciones de nogales
con el fin de mejorar la condición de la tierra, disminuir la carga de patógenos de
importancia sanitaria, mejorar la diversidad natural de la rizósfera y favorecer los
microorganismos benéficos presentes en este cultivo.
Si los resultados se dan de acuerdo con lo esperado por los investigadores, el proyecto
tendría la posibilidad de mejorar el rendimiento productivo de los frutales que utilicen esta
tecnología.
Carlos Zúñiga y Jaime Otarola, investigadores del INIA La Cruz en Chile, están realizando el
estudio que es parte del proyecto Campo Inteligente Los Tilos, quienes financian la
investigación.
El proyecto está viendo el impacto que tiene la incorporación de nanoburbujas cargadas con
oxígeno en suelo compactado. La investigación se está haciendo en la zona central de Chile,
la que se caracteriza por tener bajo nivel de oxígeno.
Jaime Otarola explicó a PortalFrutícola.com que la tecnología surgió en Japón, donde la
usaban para limpiar fondos lacustres.
Después se utilizaron en cultivos hidropónicos, como la lechuga, donde se vio mayor
desarrollo de raíces.
“Al tener un mayor desarrollo de raíces eso repercute directamente sobre la parte aérea, las
lechugas tenían mayor peso, tenían mayor contenido de algunas proteínas, de vitaminas”,
afirmó Otarola.
Añadió que junto con Carlos están investigando si pueden utilizar las nanoburbujas para
mejorar la aireación del suelo.
“En el fondo es nutrir de oxígeno el suelo y ver si eso fortalece el sistema de raíces y si eso
fortalece la relación que hay entre los microorganismos que hay en el suelo… ese es un
tema que tenemos que investigar”.
Estudio
Respecto a la zona en particular en la que están haciendo la investigación, Carlos Zúñiga
indicó que “el laboreo que se ha hecho en los suelos de la zona central de Chile ha limitado
los niveles de oxígeno que tienen que estar en equilibrio con las cantidades de agua que uno
aplica”.
“Cuando uno aplica agua lo que hace es desplazar el oxígeno, porque el agua va ocupando
esos espacios que estaban llenos con aire. Entonces además de ir aplicando agua en un
suelo que es compactado, que tiene bajo nivel de oxígeno, también vamos aplicando
partículas de oxígeno entremedio para aumentar la capacidad un poco de aire del suelo y
que haya un mayor crecimiento de raíces”.
Zúñiga añadió que además de los nogales, otros cultivos que sufren por la falta de oxígeno
son los paltos y los arándanos.
Hipótesis
En lo que concierne a los resultados que se podrían obtener de la investigación, indicaron
que un mejor rendimiento de los frutales está dentro de los principales.
“Yo tengo una hipótesis: para que las plantas se desarrollen bien y puedan alcanzar los
potenciales productivos, específicamente los frutales, tiene que haber una excelente
convivencia entre las raíces y la microfauna que vive en el suelo”, explicó Otarola.
“Cuando yo esterilizo un suelo, por ejemplo, mato todo lo que hay. Las plantas no se
desarrollan muy bien y eso lo he visto, eso es así”, afirmó.
“Entonces la convivencia que está entregando la microfauna con las raíces se denomina
rizósfera, es un tema relativamente nuevo, se empezó a tocar como hace 15 años atrás, en
términos agronómicos es relativamente nuevo. Trata de que existe una simbiosis en la parte
subterránea que facilita la absorción de nutrientes de la planta, que facilita el crecimiento,
entonces va todo muy de la mano con la parte orgánica”, explicó.
De acuerdo a lo anterior, planteó que, si se inyecta oxígeno al suelo, se podrían estar
favoreciendo la expresión de estos microorganismos y contribuyendo a que haya un mejor
balance.
“La simbiosis que hay a nivel de suelo tiene relación con que unos microorganismos
se abastecen de los nutrientes que le entregan las raíces y a la vez lo microorganismos
degradan la materia orgánica y favorece la absorción de nutrientes hacia la planta”, agregó
el investigador.
“Entonces yo creo que incorporando oxigeno va a mejorar la respiración de estos
organismos y va a aumentar la energía. Va a aumentar el nivel de poblaciones que hay en
estos microorganismos y va a mejorar esa relación que hay entre los dos componentes”,
destacó.
Resultados
Zúñiga enfatizó, sin embargo, que el objetivo es ir probando la tecnología, implementarla
para evaluar su comportamiento, validarlas.
“Porque no tenemos mayores antecedentes de si estas cosas funcionan o no. Entonces ver
cómo las podemos adaptar, si es que hay que hacer mejoras, si es que se adaptan a las
condiciones chilenas o no, ese tipo de cosas son las que nosotros intentamos evaluar”,
señaló Zúñiga.
En lo que concierne a cuándo podrían ver resultados del ensayo, los investigadores
consideraron que quizás en 2022 puedan ver algún efecto claro.
Fuente: PortalFruticola.com