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Con el envío de los últimos embarques de uva de mesa, llegó el momento de analizar en
profundidad las conclusiones que deja la temporada 2019-2020 para la industria chilena. Un
período que se caracterizó, en términos generales, por el complejo escenario que debió
enfrentar debido al estallido social iniciado en octubre del año pasado, coincidiendo con el
comienzo de la temporada y afectando la mano de obra y la productividad; continuó bajo los
efectos adversos de la sequía y, hacia el final, sumó el golpe que significó la pandemia de
Covid-19.
Esta fue la temática que se abordó a lo largo del segundo ‘PMA Talks: Chile’, y que también
incluyó una mirada acerca de los próximos desafíos que deberá encarar el sector.
El encuentro, moderado por Chistian Corssen, gerente general de Compañía Frutera Santa
María, contó con la participación como panelistas de Carolina Cruz, presidenta de Uvanova;
Andro Vidal, gerente Comercial de Subsole; Lorenzo Bauzá, presidente de Bauzá Export, y
Cristián Ureta, gerente general de Exser, quienes dieron a conocer información relevante a
una numerosa audiencia que llegó hasta los 231 participantes.
Uva de mesa
Se destacó que los volúmenes totales de cajas exportadas sumaron 73,8 millones, con una
merma final de 7,4% respecto a 2018-2019, de acuerdo a datos proporcionados por
Decofrut. Carolina Cruz explicó que esta caída, aunque importante, fue menor a la que
Uvanova proyectaba en diciembre (-8,8%), con la sequía como principal problema
productivo.
“Lo que más ayudó a evitar que esta tendencia a la baja fuera peor es la incorporación de
nuevas variedades, que aumentaron su participación sobre el total de 21% a un 31%”,
señaló Cruz.
En materia de superficie plantada, y tomando como fuente datos no oficiales de Ciren/Corfo,
se pasó de un total de 47 mil a 36 mil hectáreas aproximadamente entre un año y otro, con
la V Región destacando como la más afectada, fenómeno que Cruz atribuyó igualmente a los
impactos adversos de la mega sequía.
Los precios por caja, en tanto, aunque tuvieron comportamientos propios de las diferentes
variedades, registraron en promedio valores de entrada en torno a los USD 30, con mínimos
que bajaron de USD 20 a lo largo de la temporada.
El déficit hídrico se reflejó, asimismo, en la calidad y condición de la fruta, específicamente

en el calibre, color de la uva, deshidratación de escobajos, colapso de bayas y presencia de
rudimentos y/o semillas, puntualizó Carolina Cruz.
Comportamiento de los principales mercados
El panel, adicionalmente, efectuó una semblanza sobre el escenario observado en los
destinos más significativos para la industria local, donde se advirtió un ambiente altamente
competitivo y un portafolio varietal cambiante.
Andro Vidal comentó a tal efecto que tanto en Estados Unidos como Europa hubo una
enorme oferta desde todos los orígenes, y que el Covid-19 ciertamente fue una variable
relevante en ambos mercados.
En Norteamérica el consumo fue errático, con preferencia de los consumidores por otras
frutas (berries, principalmente), mientras que en el Viejo Continente la demanda fue un
poco más consistente.
La nota positiva es que, pese a los problemas provocados por la sequía, “Chile envió uva de
buena calidad a Estados Unidos”, destacó Vidal. Y, en referencia a tendencias en Europa,
dijo que se priorizaron los embalajes cerrados.
En Asia, la contracción económica causada por el coronavirus significó un aumento del
desempleo y una caída del consumo, lo que impactó en la demanda de fruta.
No obstante, los embarques a China subieron 5%, con un gran incremento de los envíos de
Seedless que permitió compensar el descenso de 13% que anotó la Red Globe.
Cabe acotar que Lorenzo Bauzá pronosticó un paulatino reemplazo de esta última variedad
tanto en Chile como en Perú, por otras variedades que actualmente son más demandadas
por los consumidores y, por tanto, más atractivas comercialmente.
Proyecciones para 2020-2021
A lo largo de las exposiciones se enfatizó que la próxima temporada será nuevamente
complicada en términos hídricos. Por lo mismo, el principal desafío para los productores
será la baja disponibilidad de agua y la elaboración de estudios técnicos que les ayuden a
tomar decisiones de riego adecuadas.
“Es importante que los productores conozcan sus necesidades de agua, para que sepan si

están siendo capaces de regar todas sus superficies (…). Tratar de regar con el agua
disponible todas las superficies no es la mejor decisión, por eso es importante planificar la
temporada, decidir bien qué predios regar y cuáles no”, enfatizó Carolina Cruz, de Uvanova.

Andro Vidal, a su vez, recalcó la importancia de ver cómo avanza la recuperación económica
pospandemia en los diferentes mercados y la evolución de los hábitos de consumo.

Pero llamó la atención también sobre las fortalezas del sector: “En marzo Chile pudo
exportar 30 millones de cajas de uva en una situación de Covid-19. Eso muestra las grandes
capacidades que tiene esta industria”, acentuó.

Fuente: PortalFruticola.com